lunes, 16 de abril de 2007

Una historia sobre Linux

Gurus de Linux y la habilidad de un estudiante de agotarlos

Enviado por vorkragresh el 14 de Abril, 2007 - 11:24 PM

A veces un "estudiante" y/o amigo puede volverse tan dependiente del conocimiento de su profesor/amigo que se convierte no sólo en un fastidio sino que puede hacer que dejes de disfrutar tu tiempo con la computadora.

Yo, desafortunadamente, SOY ese estudiante/amigo. Por muchos años mi mejor amigo ha estado trabajando y estudiando los pormenores de Slackware Linux. La mayor parte de ese tiempo dicho SO me fue indiferente. Lo use un par de veces, pero nunca lo entendí, en realidad tampoco quise tomarme el tiempo para entenderlo en general. En los últimos años me mudé de donde vivía en San Diego a un área mucho más rural y me ha comenzado a interesar mucho el SO Slackware y la comunidad Linux en conjunto. Como el operador de una pequeña compañía de ventas y servicios desde mi casa, he comenzado a construir una pequeña pero creciente comunidad Linux en mi área.

A la medida que los usuarios ven la estabilidad, la seguridad y la rentabilidad del SO, el sistema de ventas ha ido creciendo sólo con una difusión boca a boca. Desafortunadamente, a medida que mi uso personal de Linux y mi negocio crecían, también lo hizo mi dependencia del conocimiento de mi amigo. No soy un completo inepto y tuve suerte de estar en contacto con las computadoras prácticamente desde un inicio. Desafortunadamente, como puede suceder en cualquier relación, llegué al punto en el cual tomé su amistad como un fácil acceso de ayuda y la di por sentada. Esto continuó por un tiempo, yo tenía un problema y él pasaba horas, días o a veces semanas buscando resolver el problema que ni siquiera era suyo.

Pero recientemente comenzó a decir cosas como "Hey, aquí tienes el link de una página que te dice todo sobre Samba", o "Estaba buscando manuales para la instalación de NFS y éste fue el mejor que encontré". Y, claro, yo pasé totalmente por alto sus indirectas sin darme cuenta. Luego llegó el fatídico día en el que le pregunté si tenía tiempo de ver unas cuantas cosas que tenía planeado mandarle y me dijo "No, he estado muy ocupado arreglando tus problemas con Samba, SSH, NFS y el video. Cuando llego a casa ni siquiera quiero mirar mi computadora".

Éste es uno de esos momentos en donde uno mismo se dice: ¿Realmente tengo el derecho de llamarme amigo de esta persona? Es en estos momentos en que miras atrás y repentinamente te das cuenta que tenías el tiempo de esta persona totalmente dominado y que te estabas aprovechando de su amistad debido a tu propia holgazanería. La disculpa y un completo cambio de ideología fueron inmediatos. Fui muy afortunado al tener un amigo que es lo bastante bueno como para aceptar mis disculpas y seguir adelante. Pero ténganlo presente la próxima vez que piensen que no pueden hacer algo y que saben que un amigo de ustedes probablemente pueda. ¿REALMENTE necesitan pedirle el favor? O deberían dejar de ser dependientes y solucionarlo ustedes mismos.

Admito que no es una excelente historia sobre Linux, pero la quería compartir con la comunidad.


Sacado de LXer

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